lunes, 30 de julio de 2012

palabras sobre la empatía




Encontré muy interesante una entrevista realizada al doctor Favaloro, en la cual se ve la fuerza que asume alguien en una situación social; la responsabilidad unida al afecto, siempre buscando la empatía (según una definición, empatía es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra).
Si bien en la entrevista se habla de "salud", podría intercambiarse por "educación", e igualmente tendría sentido este mensaje. Porque de alguna manera nos estaos metiendo en la realidad de otros para proponer una pequeña transformación.
Quiero rescatar ese lugar de compromiso que encontramos en algunas personas que trabajan en las escuelas. Gente que enseña simplemente por el alma que pone día a día... enseñando a vivir.   




De esta entrevista a Favaloro, quiero compartirles un fragmento
(el resto lo pueden leer en http://www.educ.ar/sitios/educar).






"La persona enferma merece respeto y no se le debe imponer ninguna terapéutica. Todo lo concerniente a su estado tiene que analizarse y discutirse. Se le deben explicar los pros y los contras de cada procedimiento. El paciente tiene que ser partícipe de la decisión final; al fin y al cabo se trata de su salud y de su vida.

—Su respeto por el paciente me conduce a preguntarle qué papel le asigna la medicina como “ciencia de la vida” a la conciencia de esa persona que está enferma y sufre.
—Nosotros tuvimos la suerte, me refiero a mi generación, de tener maestros de medicina que nos inculcaron que la conciencia del paciente era tan importante como su dolencia orgánica. Saber interpretar el alma de la persona enferma ayuda en la decisión del tratamiento a seguir. Fuimos educados en una facultad donde los profesores, de una calidad moral excepcional y una transparencia ejemplar, conocían a sus estudiantes. Eran bellísimos seres humanos antes que médicos. Hombres completos, todos ellos, que hablaban de una forma de vivir y, además, enseñaban medicina.

—¿Entonces es un mito aquello de que los médicos tienen que volverse insensibles o tomar distancia del problema del paciente para no sufrir?
—Puedo contestar a esa pregunta con la última frase de una charla que ofrecí hace bastante tiempo, cuando me nombraron miembro honorario de la Asociación Americana de Cirujanos de los Estados Unidos: "El día en que el médico deje de sufrir con los pacientes es el momento de tirar el bisturí y no operar más". Desgraciado es el médico que no sufre con su profesión. No digo que deba llorar por los rincones todo el día; eso no tendría sentido porque debe mantenerse lúcido para continuar con el trabajo. Pero insisto, el médico que ya no participa del sufrimiento de su paciente y que no experimenta dolor por su muerte, no solo ha dejado de ser médico sino ha dejado de ser... humano."


* Esta entrevista forma parte del libro Conversaciones sobre ética y salud. René Favaloro / Abram Moszenberg / José A. Mainetti / Gregorio Klimovsky / Héctor Ciocchini. Torres Agüero Editor y Centro Editor de la Fundación Favaloro, Buenos Aires, 1996).

René G. Favaloro nació el 12 de julio de 1923 en La Plata, provincia de Buenos Aires. Fue doctor en Medicina por la Universidad de La Plata.



http://www.educ.ar/sitios/educar/Inicio/

cerebros oscuramente echados

Me resultó instructivo el documental publicado en Canal Encuentro sobre la "noche de los bastones largos", a 46 años de ese perverso acto represivo. Yo no había nacido, aunque no faltaba mucho; supe de esa persecución porque marcó a la generación de mis padres. Muchos de los que organizaban su vida cotidiana en la facultad, ya fuera en los programas de investigación, laboratorios, bibliotecas, centros estudiantiles... -descubrieron que ese poder que ellos reconocían a los libros, alguien más se había dado cuenta de que existía, pero ese alguien lo consideraba peligroso. Demasiados universitarios formados en el país, con mucho compromiso con la educación, buscaron otros lugares donde vivir. Algunos volvieron, para tener que esconderse silencio una década después... bastante triste. Hoy nos toca recordar y enseñar a las nuevas generaciones a ejercitar la memoria http://www.facebook.com/canalencuentro